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— Entendido, seсor — dijo Miles con voz alegre.
Ivan parecнa hondamente preocupado: no pensarнa confesбrselo todo a Vorob'yev? Todavнa no, porque el embajador saliу sin que Ivan se arrojara a sus pies.
— Por poco no es suficiente para un guardaespaldas — seсalу apenas la puerta se sellу otra vez.
— Ah, entonces estбs empezando a ver las cosas a mi manera, no? Pero si vamos a casa de Yenaro, no puedo evitar el riesgo. Tengo que comer, beber y respirar… todas rutas de ataque que un guardia armado no tiene muchos medios de controlar. De todos modos, mi mayor defensa es que serнa un terrible insulto para el emperador cetagandano si alguien de una delegaciуn extranjera quedara realmente lastimado en las ceremonias del funeral de su augusta madre. Yo predigo que, si es que ocurre algъn otro incidente, serб igualmente sutil y no fatal. — E igualmente enfurecedor, claro estб.
— Ah, sн? Cuando ya hay una baja definitiva? — Ivan se quedу callado por un tiempo-. Crees que… todos estos incidentes estбn relacionados? — Hizo un gesto con la cabeza hacia los papeles perfumados que Miles sostenнa en la mano y el cajуn del escritorio de la comuconsola-. Admito que no sй de quй modo podrнan relacionarse.
— Te parece que se puede tratar de simples coincidencias?
— Mmmm… — Ivan frunciу el ceсo mientras reflexionaba la respuesta-. Y dime — dijo, seсalando otra vez el escritorio y el cajуn-: Cуmo piensas sacarte de encima el aparatito de la emperatriz?
Miles torciу la boca en una sonrisa al reparar en la diplomбtica construcciуn que Ivan habнa utilizado para la frase.
— No te lo puedo decir por el momento. — Sobre todo, porque no lo sй. No todavнa. Pero la haut Rian Degtiar tenнa que estar pensбndolo en ese mismo momento. Miles toqueteу, distraнdo, el ojo de Horus plateado, insignia de SegImp, prendido al cuello negro de su uniforme-. La reputaciуn de una dama estб en juego.
Los ojos de Ivan adquirieron una expresiуn burlona por la forma en que Miles habнa aludido a las relaciones personales de su primo.
— A la mierda con eso. En serio estбs haciendo algo secreto para Simуn Illyan?
— Si fuera asн, no podrнa decнrtelo, no te parece?
— No tengo la menor idea. Mierda. — Ivan lo mirу, frustrado, durante otro momento y luego se encogiу de hombros-. De todos modos, es tu funeral, no el mнo…
5
— Pare ahн — dijo miles al conductor del auto de superficie. El vehнculo girу con suavidad hacia el costado de la calle y se apoyу en el pavimento con un silbido de los ventiladores. Miles espiу el aspecto de la burguesa mansiуn de lord Yenaro en el crepъsculo creciente y comparу mentalmente la realidad de lo que veнa con el mapa que habнa estudiado en la embajada de Barrayar.
Las vallas que rodeaban la propiedad, las paredes curvadas del jardнn, que escondнan el paisaje, eran visuales y simbуlicas, no efectivas. Ese lugar estaba diseсado como una fortaleza de privilegio. A travйs de los бrboles, se veнan brillar algunos sectores de la casa pero el foco de las luces parecнa estar dentro y no en el exterior.
— Control de comus, milores? — pidiу el conductor. Miles e Ivan sacaron los aparatos del bolsillo y repasaron los cуdigos-. Muy bien, milores.
— Quй apoyo tenemos? — preguntу Miles.
— Tengo tres unidades dentro del бrea de llamada.
— Espero que haya un tecnomed incluido.
— En el vueloliviano. Con equipo completo. Puedo ponerlo dentro del patio de lord Yenaro en cuarenta y cinco segundos.
— Me parece suficiente, no espero un ataque frontal. Pero no me sorprenderнa que sufriйramos otro pequeсo incidente… de la clase que fuera. Creo que vamos a ir caminando. Quiero formarme una idea general del lugar.
— Sн, milord. — El conductor abriу el auto. Miles e Ivan lo dejaron solo en su puesto.
— A esto le llaman pobreza entre las clases altas? — preguntу Ivan, mirando a su alrededor mientras caminaban a travйs de portones abiertos, sin guardias, y subнan por el caminito hacia la casa de Yenaro.
Ah, sн. Tal vez el estilo era diferente, pero el olor a decadencia aristocrбtica es universal e inconfundible. Habнa pequeсas seсales de descuido en todas partes: puertas sin arreglar, paredes algo desconchadas, plantas sin podar, tres cuartas partes de la mansiуn a oscuras con todas las aberturas clausuradas.
— Vorob'yev pidiу un control especial de Yenaro a la oficina de SegImp — dijo Miles-. Su abuelo, el ghemgeneral derrotado, le dejу la casa, pero no los medios para mantenerla: dilapidу todo el capital de la familia en su vejez extensa y seguramente amargada. Yenaro es el ъnico dueсo desde hace cuatro aсos. Siempre anda con un grupito seudoartнstico de ghemlores jуvenes sin empleo fijo. Hasta ahн, todo concuerda con lo que nos dijo йl mismo. Pero esa cosa del vestнbulo de la embajada marilacana es la primera escultura que se le conoce. Curiosamente avanzada para un primer intento, no te parece?